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Ayer durante la tarde del 19 de enero del 2006, se inauguró el Foro Social


Mundial con una marcha festiva y obrera, cuya etapa inicial tiene lugar


por primera vez en tierra Africana, celebrándose este año en la capital


maliense.
Ayer durante la tarde del 19 de enero del 2006, se inauguró el Foro Social Mundial con una marcha festiva y obrera, cuya etapa inicial tiene lugar por primera vez en tierra Africana, celebrándose este año en la capital maliense.


“No al neoliberalismo”, “África no es pobre, se la empobrece” o “África no es una mercancía en venta”: desde el jueves, la capital maliense esta “empapelada” con los colores de la gran fiesta anual de los opositores de la globalización. Miles de participantes desde las cuatro esquinas del planeta han tenido problemas para encontrar alojamiento. Pero, en la guerra cómo en la guerra, han solicitado domicilios privados y otras viviendas improvisadas.


Sonarán pues durante cinco días este año los tambores altermundialistas de un Foro Social Mundial (FSM) que esta vez se concibe a si mismo como policéntrico en Bamako, luego en Caracas, Venezuela y por último en Karachi, Pakistán.


Fue esta gran marcha “por otro mundo” que marcó el tono y ha reunido entre 5-7000 personas según diversas fuentes. En sus trajes de gala, los miembros de la cofradía de los cazadores tradicionales, comúnmente llamados los “dozos”, han encabezado el cortejo. Bajo banderolas y pancartas, la literatura otro mundialista florecía, podía leerse: “Globalicemos la paz”, “África puede alimentarse”, “Maten la pobreza, no el algodón africano”. Numerosas asociaciones de productores de algodón participaban precisamente en la marcha. Vestidos con estopilla, fruto de su labor, coreaban: “Abajo las subvenciones”, haciendo referencia a las subvenciones de los países desarrollados a sus productores de algodón. La marcha finalizó de tarde sin mayores contratiempos con una reunión en un


estadio de Bamako.


Promoción de la democracia y el peso de la deuda


Muy rápidamente, el trabajo se llevó a cabo en talleres, en una decena de sitios habilitados en la capital maliense. En el punto de mira de los participantes: los mecanismos devastadores de la “globalización neoliberal.” Hay varias centenas de temas, pero en realidad la cumbre se articula en torno a dos ejes mayores: la promoción de la democracia en los países del Sur y el peso de la deuda, fruto del liberalismo salvaje instituido por los países ricos.


No obstante, los críticos habituales de esta África que se moviliza mal se han hecho oír de parte de aquellos del norte que disfrutan fustigándola…Interrogado por un periodista de AFP, ¡un participante nigeriano se ha visto cuestionado sobre sus comentarios en relación con el “fracaso” del Foro Social Mundial de Bamako!…


Pero que no se equivoquen, en un continente martirizado, desvalijado, el primer sacrificado sobre el altar de los planes de ajuste estructural de las instituciones de Bretón Woods, ver como Bamako acepta el reto del FSM, es ya una gran victoria en sí.


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